martes, 26 de agosto de 2008

one night in paradise part 3 and final

Fría. Así era la noche, pero el calor de los cuerpos bailando junto a las divas del pop y el electro-dance hacían olvidar a la mentes, jóvenes y ávida de sexo, la temperatura; es sólo un punto dentro del cuadro. “el frío es mental… el calor también”

El momento de separar cuerpos chocantes aparece como relámpago, camuflado bajo las centelleantes luces, saben… llegó el momento de partir. Las miradas nerviosas y ansiosas invadieron sus ojos, cuatro destellantes esferas negras que se preguntaban incesantemente quien daría el primer paso. ¿Salir corriendo o esperar el “en sus marcas, listos…fuera!”?

“me tengo que ir, vuelvo enseguida” o algo así fue lo que salió de esos labios rojos, claro código para: hasta acá llega la diversión, hora de volver a la realidad.

Mientras se alejaba, desapareciendo entre la multitud, no podía dejar de pensar en mi expectante “guarda espaldas” que esperaba ansioso la entrega del reporte. Cuando ya no estuvo visible aquella polera clara y esos cabellos negros pude, al fin, llenarme del gozo que esto significaba y las implicancias que tenían mis acciones. No me importó, no me importa… quería testigos y precisamente esos testigos. Aquellos seres inseguros de mi compañía, dudosos de mi presencia y actitud; tenían sus respuestas y no había cabida para preguntas.

La emoción era mutua, no puedo decir que no deje que la alegría desbordará mis ojos y saltos ridículos, pero ¿a esta altura a quien le importa verse ridículo?

Parecía que todo había terminado, “the team” paseo por los bastos terrenos de Paradise repasando cada detalle, cada rincón y recuero que desordenadamente se agolpaban en sus cabezas. Miradas ¿miradas, miraron? Ja! Las rebosantes alegrías de demostrar que eres más que una cara bonita, una rubia hueca o una morena tímida ¿dije tímida?

Tic tac tic tac. La manada se reúne y hacen como si nada hubiese pasado. Las miradas, fugaces miradas, de la pelirroja sólo me provocan satisfacción, nunca espero que “mua” fuese como es, la sorpresas grandes se esconde bajo el manto del más pequeño regalo. Y el baile continúa, pero la tranquilidad se aloja en los movimientos armónicos de los cuerpos, existe sólo el deseo e fundirse con la música y disfrutar las sensaciones que aun no desaparecen por completo del cuerpo. Ver la Vitoria sobre los supuestos seres superiores y dejarse llevar.

3 ó 4 A.M. el balie se vuelve monótono, movimientos sin acción se hacen aburridos después de un tiempo.

Dentro de algunas canciones olvidable siento el molesto tirón que detestas cuando alguien trata de girarte para verle la cara. Casi incomoda me volteo y para mi sorpresa y el de todos los presentes (concientes) era aquel ser. ¿No era un a-diós?

"¿Dónde estabas, te busque?" Si claro, fue lo primer que pensé, pero daba lo mismo quería sentir esos labios, esos brazos y todo nuevamente. ¿Qué importa, una vez más?

Ahora no había que preguntar nada, las reglas eran claras y el juego ya estaba en marcha, solo había que rematar con una jugada matadora. No me detuve a contemplar su fisionomía nuevamente, ataqué esa boca y nuevamente nos fundimos con el ritmo de la música, el roce de los cuerpos, los besos acalorados y las caricias locas. Sin timidez, no esta vez… era hora de llevar las cosas a otro nivel.

Acorralada contra un poste o pared continuamos lo que la pista de baile ya no podía aguantar, no sabíamos del mundo… pero el cansancio golpeaba mis piernas y poco a poco entre en razón. No habíamos dejado la pista, no estábamos lejos, sólo estábamos en transe. La desconcentración fue evidente y se dio por terminado el momento. Impaciente busque a mi cómplice y pareció no ser tan sutil como pretendí, no importa… quiero partir.
“te tienes que ir” o creo que eso fue lo que dijo.

Así como así terminó todo, nada de hasta luegos o nos vemos otro día. GAME OVER, back to Realty… is time to go.

Y ese es el fin de la historia… por lo menos eso parece. Muchas cosas quedan por decir, pero los recuerdos ya son difusos y se mezclan los momentos. Espero haber entregado una historia digna de leer y comentar.
Este no es el fin de “paradise”, pero si el de esa noche, viene muchas más espero… las historias son infinitas. Y los espacios en blanco… bueno no son necesarios. Les recuerdo que cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia… ¿o no?