jueves, 23 de octubre de 2008

corazón roto

"Hace tanto tiempo que no te siento, hace tanto tiempo que no veo tus ojos mirarme...las calles parecen juzgarme al caminar solo, nadie me mira a los ojos, pues tienen miedo de verme llorar"

Te estaba esperando

Esa suave voz de ángel alcanzando su piel y rozando su corazón, quien parecía estar muerto desde hace tanto tiempo, despertó golpeando con fuerza su pecho. Sus brazos se debilitaron y sus piernas estaban a punto de ceder cuando el gentil tacto de sus delicadas manos le toman la cara, evitando la caida; cerró los ojos, no quería que todo fuese un sueño, una fantasía, otra de las mentiras que se dijo tantas veces para no llorar, pero era verdad...
- no
- esperé tanto tiempo para volverte a ver
- eres una mentira (por favor que sea una mentira),un engaño... no estás aquí
- abre los ojos
- no (por qué me haces esto?)
- abre los ojos!

El silencio los capturó en un espiral de infinitos sentimientos confusos, de palabras sin decir, de malos y buenos recuerdos. Aun sentía el calor de su mano en su rostro, el aroma de su pelo, la tranquilidad de su tacto, pero no quería abrir los ojos y llorar... no podía ser verdad

- mírame, ahora no me iré

Su voz era casi un susurro, una brisa suave, lenta y cálida que acariciaba su piel y su alma, curando las heridas del último encuentro y dándole la vida que había perdido

- pero no te pierdas esta vez (por favor no desaparezcas), porque mi corazón se ha vuelto de cristal y si vuelve a caer se partira en mil pedazos; demaciado pequeños para importar, pero lo bastante grandes para cortarme.
- soy real...confía en mí.

Quieto, temeroso de que todo fuese una trampa, abrió los ojos para encontrarse de frente sumergido en el color ceniza de la mirada que casi había olvidado. La tomó fuertemente entre su brazos para sentir el calor de todo su cuerpo y la besó... dejó que su boca dijese todo lo que en tanto tiempo quiso decir, hundiendose en el dulce sabor de sus labios y el ritmo de su respiración.
- por qué me dejaste?
- porque no podíamos estar juntos
- pero por qué me dejaste?
- porque debías sufrir para poder amar
- eso no es demasiado?
- me perdí... porque nuestras almas se confundieron y no sabíamos que ser o hacer. Te necesité por tanto tiempo, pero lo lograbas ver cómo me destruías y me alejé
- que?! No entiendo lo que me quieres decir
- no tienes que entender, sólo tienes que saber que no me iré de tu lado
- vamos a poder estar juntos y esta vez será todo tan distinto, te lo prometo
- no, no podremos estar juntos... esta vez no
- pero....

Esas palabras le apuñalaron el corazón, atravesándolo, destruyendo sus esperanzas y el calor que lo había colmado hasta davolverle la vida se desvanecía rápidamente. Dejó de sentirla en sus brazos y el aire escapó de sus pulmones dejándolo vacío. En un extraño sueño pudo ver cómo caía su corazón, helado como roca, y se estrellaba contra el suelo partiéndose en mil pedazos. Sintió un agudo dolor que lo arrebató de todas sus fuerzas y lo tiró bruscamente al suelo, y con lo poco y nada que tenía de vida, gritó. Gritó tan fuerte que su alma quedó herida y muriendo, un grito tan lleno de dolor y nostalgia que tuvo miedo de romper su voz.

Podía escuchar las campanas sonar y la lluvia que comenzó a caer tratando de hacerle compañía.

Sé que todo esto es un sueño y pronto despertaré. No trates de repararme y aléjate de mi, eres un mal recuerdo, una pesadilla de la que no puedo despertar ahora, pero lo haré, no estoy dañado, eres la mentira que tantas veces repetí para seguir viviendo, para poder esconderme, para no llorar.

Recogido en el suelo, en silencio, se dio cuenta que nada era un sueño y lentamente se convertía en lo que quedaba de ayer, perdido entre el recuerdo de la gente pasar a su lado, buscando respuestas que sabía no encontraría nunca, sintiendo tantas cosas, tratando de ser tantas cosas. En su dolor, desorientado como estaba, la siente sentarse junto a él:
- algo siempre me trae a ti, no importa lo que haga o lo que diga
- como puedes... me abrazas sin tocarme y me dejas otra vez. Nunca... nunca desee tanto algo como ahogarme en tu amor. Por favor, libérame y déjame ser, no quiero volver a caer, no ves que estoy tratando de mantenerme en pie.

Esa melancolía palpable en el aire se impregnaba en sus ropas. Las gotas de lluvias eran lágrimas que lloraba el cielo por ellos, tratando de endulzar los tragos amargos en los que se ahogaban, tratando de limpiar la sangre de sus corazones, de sus manos, de sus labios y de sus cuerpos

- vivo de rodillas mientras trato de hacerte ver lo debo hacer, pero no te puedo dejar ir, eres lo único que me mantiene. Seguiré aquí, junto a ti... mas juntos no podríamos estar sin destruirnos
- no estás aquí?
- sí, estoy aquí
-no entiendo... entonces que eres...

silencio

De golpe se sintió hueco, frío, solo. Logró pararse, empapado y abandonado en medio de la nada, mirando a su alrededor, buscando un mal recuerdo.

Sigues ahí, pero no estas...