Mi vida, larga carretera desierta, desfila ante mis ojos en pernoctas placenteras y llenas de fantasías que deseas no terminen nunca, y te preguntas ¿es tan desierta?
La riqueza de mi vida está en los sueños que me cubren, segunda piel mía, bañándome bajo aguas cristalinas de hielos fríos que me mantienen aterrizada. Esto no es vida, digo de mis sueños, abro los ojos y sonrío, esto es vida, el calor húmedo de las tardes, el gélido frío de las mañanas, el ronquido de los caminos, la bulla de los autos, el dolor, la soledad, la amistad, todo lo bueno y todo lo malo.
Nada tengo para entregar más que a mi misma ¿será suficiente? que importa, nunca nada es suficiente porque ha de serlo yo, por que he de romper mis huesos por otros, cortar mis sueños por otros y caer por otros sólo para tratar de ser suficiente, no... yo basto.